lunes, 30 de mayo de 2011

Armagedon inconsciente

Ciudad I

Sombras entretienen a las masas,
grandes edificios como carcasas.

Caos ordenado fluye por las avenidas,
un negro fluido que destruye vidas.

Enormes apisonadoras de corazones,
poderoso sistema, no atiende a razones.

Vivir así es fácil si no miras el escenario,
mejorar, una esperanza que muere a diario.

difícil aguantar el anonimato ensordecedor,
miras sin poder ver nada a tu alrededor,
¿cómo puede haber un infierno peor?

Olas de odio reprimido fluyen por el asfalto,
la ira del subconsciente cristaliza como basalto,
un día llamas arderán en un cielo azul cobalto.


Ciudad II

Mira al horizonte y veras que todo está ardiendo,
increíbles torres de humo están ascendiendo.

Las palmeras son antorchas en el viento asesino,
las llamaradas resaltan contra un cielo cristalino.

La ciudad anaranjada esta iluminada,
y todo tu mundo va hacia la nada,

Miles de antorchas humanas se encienden,
cálidas luces por los edificios ascienden.

Las estrellas palidecen y se desvanecen,
lluvias de fuego y acero enloquecen,
chispas que por doquier florecen.

En una pancarta se lee: es el fin del mundo,
hasta el propio sol se ve arder furibundo,
miles de almas que arden en un segundo.

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